Se erguía como un árbol majestuoso en aquella oscuridad silenciosa.
Me tumbé bajo ella. Era enorme...roja...luminosa. Todo en mí estaba abierto. Una paz infinita. Las lágrimas comenzaron a resbalar suavemente mientras, tumbada, veía como la luz dorada se filtraba a través de los pétalos de la
flor roja
RSB