Veo un campo de vides. Parece un campo castellano. Gente escondida en los surcos de la tierra. Un hombre con sotana ara el campo. Los que se ocultan se dirigen hacia donde él se encuentra mientras éste les increpa con dureza. Alguien, por detrás, le golpea en la cabeza. El grupo se encamina por un sendero hacia el pueblo. Al fondo, un pinar. En la imagen siguiente corro por las calles del pueblo tratando de encontrar un lugar donde esconderme. Mientras despertaba oía una voz que decía el Pimpollar...el Pimpollar.
A la mañana siguiente el nombre y los detalles de lo soñado estaba tan vívido en mí y su sentido y significado tan desconocido, que decidí mirar en Internet bajo "sucesos en el Pimpollar". Este texto fue parte de lo hallado...
Angel Piedras nació en Nava del Rey, provincia de Valladolid, en 1910. Hijo de una familia de jornaleros, también él trabajó en el campo hasta los 26 años. Fue detenido y encarcelado durante la Guerra Civil Española. Tras 101 días de condena a muerte, su pena fué conmutada por la de carcel. Salió indultado en 1944.
Este es su testimonio en boca de su sobrino-nieto.
Lo verdaderamente importante de la obra de Angel Piedras son las listas, es decir, la configuración de una lista definitiva de todos los represaliados de Nava del Rey. Ello, nos consta, supuso para él, una labor de investigación, de visita, de interpelación, de pesquisa para lograr un índice completo. La labor de investigación sintética se vió obstaculizada por un motivo del que a estas alturas somos ya bien conscientes: el silencio y la desmemoria de los interpelados; al menos, de buena parte de ellos...Angel Piedras se había autoexcluido de su propia comunidad (la comunidad de las víctimas de Nava del Rey) por ser incapaz de soportar el olvido que buena parte de dicha comunidad manifestaba abiertamente; en especial, cuando tal olvido era fingido, cuando tal olvido era un "no querer acordarse"...un "no querer comprometerse". -Y dice la mayoría que de eso no hay que acordarse- reza el verso que encabeza nuestro trabajo. Angel Piedras estaba añadiendo así un nuevo elemento a su discurso: la vergüenza, la vergüenza de muchas víctimas a reconocerse como víctimas; una vergüenza redoblada por la convivencia, dependencia o amistad, con los que otrora habían sido colaboradores, delatores, instigadores de asesinatos o directamente asesinos. (...) La redacción de los cuadernos se convierte en un sustituto de su aislamiento, de su autorreclusión en un medio hostil que no lo reconoce como igual y en el que resulta molesto. Para él, por ejemplo, el Hogar del Jubilado, era el espacio típico de la promiscuidad, el espacio donde nadie quería recordar, por ello, había decidido no volver a pisarlo, mientras que sus cuadernos eran el sumo opuesto, el lugar de la denuncia radical, desnuda, el espacio donde la memoria encontraba su perfecto despliegue, el lugar donde el pasado fluía libre de las ataduras de la vergüenza. (...) Hay muchas víctimas que no se reconocen como tales sino que se avergüenzan de una circunstancia que lastra en cierta medida su promoción en un presente en desarrollo. El silencio es a menudo fruto de la necesidad de extirpar un pasado incómodo que podría comprometer las aspiraciones del presente. (...) - el sujeto masoquista no puede asumir su placer más que en el amo, el sujeto sádico no puede reconocerse como tal, no puede asumir su saber impasible salvo transmitiéndoselo al esclavo por medio de una instrucción y de un castigo infinitos. (...) Esa indisociabilidad entre disciplina y goce, en que los dos sujetos llegan a coincidir por un instante, es, precisamente, la vergüenza-"
LA LISTA DE ANGEL PIEDRAS. Memoria de la Guerra Civil y Subalternidad.
Pedro Piedras Monroy
Me es muy común observar la paradoja de personas verbalizando frases tan opuestas como éstas:
- La muerte, el dolor y el sufrimiento no existen si elevas tu vibración, si afrontas tus miedos / La vida es dolor y sufrimiento.
- La causa de tu enfermedad eres tú / La enfermedad es una desgracia que no puedes prever.
- El pasado y el futuro no son, únicamente es el presente / Mi vida se acabó en aquel momento o vivo hipotecado a mi futuro.
- El rechazo del mundo es reflejo de tu propia falta de aceptación / Nadie me quiere, no encuentro mi lugar.
- Lo que perciben tus sentidos no es real, nada es lo que parece / Solo es real aquello que puedes demostrar a través de los sentidos.
- Esta frecuencia vibratoria es "más elevada" que esta otra y por tanto "más válida" / No existe más mundo que éste...
A veces me pregunto, ¿en qué mundo me encuentro yo que existen tantas cosas que son inexistentes para otros?¿qué mundo será ese en el que pasado, presente y futuro tienen el mismo peso y la misma fuerza, en el que la armonía y el orden pasan por la disarmonía y el caos, en el que toda acción es amor experimentado desde frecuencias "diferentes", en el que vigilia y sueño se funden y se dan la mano, en el que dentro y fuera, arriba y abajo son lo mismo?.
Bendito seas Angel Piedras por ser memoria y liberación de muchos. Gracias por ayudarme a recordar...
RSB
"El desapego en la acción no es alcanzable mediante la pasiva inactividad. Ni la suprema perfección es alcanzable por la mera renuncia".
"Lo irreal nunca ha existido; lo Real nunca ha dejado de existir".
EL BHAGAVAD GITA