¿Realmente han cambiado tanto las cosas?.
Sí, ahora hablamos de orgasmos, matrices, sangre menstrual, liberación sexual, feminismo o femineidad, hay círculos de mujeres y de hombres explorando el nuevo paradigma de mujer / hombre, manifestando el reconocimiento de lo femenino pero...¿realmente han cambiado las cosas?...¿o solo le hemos dado un "barnicito"?.
Sublimamos una hora de relación sexual para olvidar veintitrés horas de maltrato psicológico o físico (recíproco y reflexivo). Sublimamos la maternidad para olvidar años de muros de silencio. Sublimamos, sublimamos, sublimamos para olvidar faltas de respeto y de reconocimiento, mentiras, cobardías, juicios de valor, manipulaciones, abusos de poder...
Ser madre es la aventura más transformadora y enriquecedora que he experimentado, y me encanta la conexión que tengo hoy con mi ciclo menstrual y con el placer fisicoespiritual que me proporciona este cuerpo de mujer; pero ahora mismo, con el convencimiento absoluto que mi ser mujer no se vería afectado, me cosería la vagina, me haría una histerectomía si con eso consiguiese que los hombres y las mujeres nos mirásemos a los ojos sin pensar en los beneficios que podemos obtener los unos de los otros. ¿Hay alguien en este mundo que se ofrezca sin esperar nada a cambio?. Quizás...o quizás lo haya cuando cada uno viva la vida que realmente quiere vivir, cuando cada uno exprese lo que realmente es, no lo que se espera que sea. Cuando cada uno sea capaz de cuidarse a sí mismo. No porque ser mujer signifique "abrirse de piernas" hasta el infinito "tragando" sin juicio ni medida o ser el receptáculo de la vida; no porque ser hombre signifique penetración y eyaculación o ser el portador de la fuerza, de la protección, de la "vara de poder".
No es necesario "matar" al padre o a la madre para ser individuos maduros e independientes, porque el agradecimiento y el reconocimiento nunca fueron excluyentes; solo atravernos a vivir nuestra verdad personal enfocándonos, sobre todo, en ser...humanos.
RSB
