martes, 30 de julio de 2013
Singularidad
Fotografías de Gregory Colbert
"Existe una vitalidad, una energía, un cosquilleo que se convierte en acción a través de nuestro cuerpo. Y, puesto que solo somos uno, nuestra expresión es única. Si bloqueamos esta singularidad no podrá existir a través de otro medio y se habrá perdido. El mundo no la tendrá. A nosotros no nos incumbe juzgar si es mejor o peor, ni que valor tiene, ni como se compara con otras expresiones. Nuestro deber es conseguir que permanezca viva, clara y directa, y mantener abierto el canal por donde fluye"
MARTHA GRAHAM. Bailarina y Coreógrafa.
sábado, 27 de julio de 2013
Porque sí
Una vez alguien a quien amé (*) me preguntó por qué lo amaba, qué aportaba de especial a mi vida. Me sorprendió tanto su pregunta que no supe qué contestar. Tiempo después, como sentía que era importante para él y nada de lo que yo había sido o no sido (**) hasta ese momento parecía ser suficiente ni aportarle ya ningún bien (más bien todo lo contrario), elaboré una lista con todas aquellas cualidades y virtudes que más me llamaban la atención en él aún sin encontrarle sentido alguno.
Tampoco hoy encuentro sentido a tu duda porque yo sé que amas (lo siento y lo veo en mi corazón) y el que ama...siempre desea lo mejor. No lo mejor según su propio criterio...sino lo mejor para cada ser en cada momento. Una acción está implícita en la otra así como la confianza en que la propia Vida ya se lo está proporcionando; a través de uno...o de mil formas diferentes.
Hermana querida,
te amo/amo porque sí. Porque me da la gana. No por lo que digas...o dejes de decir. No por lo que hagas...o dejes de hacer. Te amo/Amo con máscara o sin ella; desde la alegría y desde la tristeza; desde la ira y desde la paz; en esta vida...y en todas las vidas; en este mundo...y en todos los mundos.
Te amo/Amo porque sí.
Porque me sale natural.
Y ese es...mi privilegio.
La cercanía o distancia que marquen nuestras palabras, movimientos y decisiones son...otra cosa.
RSB
(*) He de puntualizar que para mi corazón el verbo amar, aunque pueda ser conjugado en tiempo pasado, no tiene ni pasado ni futuro. Es...siempre...presente absoluto.
(**) Manifestar nuestra esencia es manifestar amor...Amor y Sabiduría...y el amor...solo sabe amar.
"Perder el equilibrio por amor es parte de vivir una vida con equilibrio"
"Permanecerás aquí hasta que te perdones a ti misma. Y lo demás...
vendrá rodado"
"Las ruinas son un regalo...las ruinas son el camino a la transformación"
Frases de la película Come, Reza, Ama
"Conócete a ti mismo"
Frase inscrita en el Templo de Delfos
http://youtu.be/BoV3vQJ7XdA
Fotografía de Huu Hung Truong. Vietnam
miércoles, 24 de julio de 2013
Kissing You
¡Qué regalo tan hermoso y tan doloroso poder disfrutar en esta vida de lo eterno en lo cambiante!
RSB
lunes, 15 de julio de 2013
El Elefante en La Casa a Oscuras
Autor desconocido
Cuentan que, en el Indostán,
determinaron seis ciegos
estudiar al elefante,
animal que nunca vieron.
(Ver no podían, es claro,
pero sí juzgar, dijeron).
El primero se acercó
al elefante, que en pie
se hallaba. Tocó su flanco
alto y duro; palpó bien
y declaró: "el elefante
es ¡igual que una pared!"
El segundo, de un colmillo
tocó la punta aguzada,
y sin más, dijo: "¡es clarísimo!.
Mi opinión ya está tomada:
bien veo que el elefante
es ¡lo mismo que una espada!"
Toca la trompa el tercero,
y, en seguida, de esta suerte
habla a los otros:"es largo,
redondo, algo repelente...
¡El elefante-declara-
es una inmensa serpiente!"
El cuarto, por una pata
trepa, osado y animoso;
"¡Oh, que enorme tronco!-exclama.
Y luego dice a los otros-:
¡amigos, el elefante
es como un árbol añoso..."
El quinto toca una oreja
y exclama:"¡vamos, amigos,
todos os equivocáis
en vuestros rotundos juicios.
Yo os digo que el elefante
es ¡como una gran abanico!"
El sexto, al fin, coge el rabo,
se agarra bien, por él trepa...
"Vamos, vamos, compañeros; ninguno en su juicio acierta.
El elefante es...,¡tocadlo!,
una soga...Sí, ¡una cuerda!"
Los ciegos del Indostán
disputan y se querellan;
cada uno está seguro
de haber hecho bien su prueba...
¡Cada uno tiene un poco
de razón...y todos yerran!
Así sucede cada día
en infinitas discusiones;
quienes disputan, cada uno
estima justas sus razones.
Y discuten, juzgan, definen sin más,
¡a un elefante que no vieron jamás!.
JOHN GODFREY SAXE
(poema basado en una parábola originaria de India)
El elefante en la casa a oscuras
Había un elefante en una casa a oscuras que unos hindúes habían traído para su exhibición. Mucha gente fue a verlo, teniendo que entrar en el establo para hacerlo, pero había tan poca luz que no podían hacerse una idea de la forma del elefante. Decidieron utilizar las manos para identificar al animal, usando todas las palmas para palpar su contorno. Una mano tocó la trompa de la criatura y dijo: Es un narguile. La mano de otro palpó la oreja y descubrió un abanico, otro acarició una de las patas y notó una columna, mientras que otro, tocando la espalda del elefante, descubrió un trono. Los que escucharon las descripciones de aquella gente sacaron sus propias conclusiones, que todos interpretaron de una forma u otra, todas ellas diferentes y contradictorias.
Había una vela en cada mano,
las diferencias provenían de las palabras.
El ojo de la propia percepción es como la palma y su mano,
pues solo tienen la facultad de percibir la parte, no el todo;
el ojo del mar es una cosa, la espuma otra.
Deja la espuma y mira a través del ojo, ¡oh maravilla!.
Nos arrojamos contra nuestra visión como barcos,
nuestros ojos están ciegos, perdiéndose el agua clara.
El agua tiene agua que la conduce,
el espíritu tiene un espíritu que le llama.
Lleva el espíritu a tu hogar y deja que te guíe,
pues encontrará la forma, el tamaño y el saber del todo,
sin una mirada, sin una caricia, pero siempre del todo.
RUMI. Ilustrado. Un tesoro de sabiduría del poeta del Alma. Ed Edaf
La gracia es el estado del ser que se vive en completa unidad. La gracia te lleva de la mano, sin esfuerzo alguno, de regreso a la inocencia y la verdad; a la expresión natural sin juicio, sin connotación moral, sin segunda intención.
La gracia es fusión alquímica que conduce La Verdad que solo puede ser...vivida.
RSB
martes, 9 de julio de 2013
A gusto en tus carnes
No creo en La Libertad como un fin alcanzable pero sí en la propia experiencia de sentirse libre, ligero; de saber, porque todo en ti habla de ello, que con condicionamientos (culturales, familiares, circunstanciales, genéticos, álmicos) o sin ellos...te encuentras "a gusto en tus carnes". No es fácil. Es una conquista. Un día se hace consciente la certidumbre que el equilibrio es siempre...inestable; que el equilibrio estable es una falacia que no es capaz de sostenerse en el tiempo; que en cualquier momento pudiese ser que donde era digo ahora sea Diego; que las coordenadas no son siempre las mismas y que, precisamente por ello, te sientes VIVO y parece, por como se te agranda el corazón por dentro, que te aproximas a algo que intuyes inmutable.
Tú decides -o quizás lo hagan las circunstancias- pero ya no hay prospectos que leer o recetas que seguir.
Lo que te vale en cada momento...A TI...es lo que vale.
La Vida nos hace el regalo de ofrecernos, por si nos quedaba alguna duda, espejos, no solo de nuestras sombras también de nuestras luces. Gracias Ana. Gracias Rosa Montero-Marie Curie. Gracias JLR....
RSB
"Como no he tenido hijos, lo más importante que me ha sucedido en la vida son mis muertos, y con ello me refiero a la muerte de mis seres queridos. ¿Te parece lúgubre, quizá incluso morboso?. Yo no lo veo así, antes al contrario: me resulta algo tan lógico, tan natural, tan cierto. Sólo en los nacimientos y en las muertes se sale uno del tiempo; la Tierra detiene su rotación y las trivialidades en las que malgastamos las horas caen sobre el suelo como polvo de purpurina. Cuando un niño nace o una persona muere, el presente se parte por la mitad y te deja atisbar por un instante la grieta de lo verdadero: monumental, ardiente e impasible. Nunca se siente uno tan auténtico como bordeando esas fronteras biológicas: tienes una clara conciencia de estar viviendo algo muy grande. Hace muchos años, el periodista Iñaki Gabilondo me dijo en una entrevista que la muerte de su primera mujer, que falleció muy joven y de cáncer, había sido muy dura, sí, pero también lo más trascendental que le había ocurrido. Entonces creí comprender bien lo que quería decir; pero después de experimentarlo en mis carnes lo he entendido mejor. (...)
El verdadero dolor es indecible. Si puedes hablar de lo que te acongoja estás de suerte: eso significa que no es tan importante. Porque cuando el dolor cae sobre ti sin paliativos, lo primero que te arranca es la palabra. Es probable que reconozcas lo que digo; quizá lo hayas experimentado, porque el sufrimiento es algo muy común en todas las vidas (igual que la alegría). Hablo de ese dolor que es tan grande que ni siquiera parece que nace de dentro, sino que es como si hubieras sido sepultada por un alud. Y así estás. Tan enterrada bajo esas pedregosas toneladas de pena que no puedes ni hablar. Estás segura de que nadie va a oírte...porque el dolor psíquico es devastador por lo inefable. Porque la característica esencial de lo que llamamos locura es la soledad, pero una soledad monumental. Una soledad tan grande que no cabe dentro de la palabra soledad y que uno no puede ni llegar a imaginar si no ha estado ahí."
La ridícula idea de no volver a verte. ROSA MONTERO. Ed Seix Barral
La Vida nos hace el regalo de ofrecernos, por si nos quedaba alguna duda, espejos, no solo de nuestras sombras también de nuestras luces. Gracias Ana. Gracias Rosa Montero-Marie Curie. Gracias JLR....
RSB
"Como no he tenido hijos, lo más importante que me ha sucedido en la vida son mis muertos, y con ello me refiero a la muerte de mis seres queridos. ¿Te parece lúgubre, quizá incluso morboso?. Yo no lo veo así, antes al contrario: me resulta algo tan lógico, tan natural, tan cierto. Sólo en los nacimientos y en las muertes se sale uno del tiempo; la Tierra detiene su rotación y las trivialidades en las que malgastamos las horas caen sobre el suelo como polvo de purpurina. Cuando un niño nace o una persona muere, el presente se parte por la mitad y te deja atisbar por un instante la grieta de lo verdadero: monumental, ardiente e impasible. Nunca se siente uno tan auténtico como bordeando esas fronteras biológicas: tienes una clara conciencia de estar viviendo algo muy grande. Hace muchos años, el periodista Iñaki Gabilondo me dijo en una entrevista que la muerte de su primera mujer, que falleció muy joven y de cáncer, había sido muy dura, sí, pero también lo más trascendental que le había ocurrido. Entonces creí comprender bien lo que quería decir; pero después de experimentarlo en mis carnes lo he entendido mejor. (...)
El verdadero dolor es indecible. Si puedes hablar de lo que te acongoja estás de suerte: eso significa que no es tan importante. Porque cuando el dolor cae sobre ti sin paliativos, lo primero que te arranca es la palabra. Es probable que reconozcas lo que digo; quizá lo hayas experimentado, porque el sufrimiento es algo muy común en todas las vidas (igual que la alegría). Hablo de ese dolor que es tan grande que ni siquiera parece que nace de dentro, sino que es como si hubieras sido sepultada por un alud. Y así estás. Tan enterrada bajo esas pedregosas toneladas de pena que no puedes ni hablar. Estás segura de que nadie va a oírte...porque el dolor psíquico es devastador por lo inefable. Porque la característica esencial de lo que llamamos locura es la soledad, pero una soledad monumental. Una soledad tan grande que no cabe dentro de la palabra soledad y que uno no puede ni llegar a imaginar si no ha estado ahí."
La ridícula idea de no volver a verte. ROSA MONTERO. Ed Seix Barral
lunes, 8 de julio de 2013
BESOS que fueron y no fueron (2)
Hilo y aguja Cúanto le gustaba a la tía Emilia la costura. Metros y metros de seda y
damasco, pamelas exclusivas, vestidos estampados de lino, hermosas
camisetas de poliéster muy baratas, pañuelos bordados cien por cien
algodón. Su costurera favorita era una chica muy callada y que siempre
parecía un poco triste.
El beso de tía Emilia
Clasificación y hábitat
Perteneciente a la familia de Besos-de-los-que-es-preferible-huir, el beso de la tía Emilia
se caracteriza porque sus víctimas son siempre las mismas: los sobrinos.
El beso de la tía Emilia suele ir acompañado de otras muestras de afecto más o menos
molestas: grititos, pellizcos en las mejillas y aspavientos en general.
Los besos de la tía Emilia se sufren algunos domingos por la tarde, y en casi todas
las reuniones familiares.
¿En qué consiste exactamente el beso de la tía Emilia?
Como suele decirse: te besuquean. O lo que es lo mismo, te manchan la
cara con un pintalabios color russian red de larga duración. Pero lo peor
no es eso: lo peor es cuando la tía Emilia saca un pañuelo con las iniciales
grabadas, lo moja con la lengua y frota en la mejilla de la víctima.
Encuesta y futuro de esta tipología de beso
El 97% de sobrinos encuestados
aseguran que no es una sensación agradable.
Dicen los expertos que dentro de un tiempo no habrá que preocuparse:
por lo visto es un beso en peligro de extinción.
Besos que fueron y no fueron. Roger Olmos / David Aceituno
ED. Círculo de Lectores
BESOS que fueron y no fueron (1)
Hay tímidos que encierran sus besos en puños cerrados
como cuando se decide si piedra, papel o tijera.
A los descarados no les da tiempo de esconderlos:
se escapan de sus labios, como burbujas
que rápidamente estallan ¡MUAC! antes de llegar a su destino:
una mejilla, unos labios, el dorso de la mano.
Y en cartas, también hay besos escondidos en cartas,
en los insectos de las letras que confiesan un amor,
en el cofre del pirata enamorado,
y en la piel viscosa del sapo.
Hay besos en la estantería del alquimista
que fabrica besos, en algunas de sus pócimas secretas,
y en algunos libros hay también
durmiendo entre páginas cerradas.
Los besos se esconden dentro y fuera:
en la vuelta de la esquina el viento se parece por ejemplo
a un beso en la mejilla,
y la luz del sol, cuando es muy fuerte,
es también un beso en los ojos que guiñamos.
Hay besos escondidos en fotografías enmarcadas,
besos que se ocultan en prendas de ropa
incluso después de lavadas.
Y, cómo no, hay también besos que se olvidan,
a los que se les borra el nombre y el rostro
o se les confunde: besos un poco menos
verdaderos, pero besos al fin y al cabo.
Hay besos en cajas y cajones, en archivos,
y en páginas de libros hay también besos escondidos,
esperando a que alguien los descubra
y les dé vida.
Besos que fueron y no fueron. Roger Olmos / David Aceituno.
Ed. Círculo de Lectores.
viernes, 5 de julio de 2013
¿Acaso sabes lo que supone vivir una guerra?
Ayer mientras compraba el pan escuché una conversación entre Pedro, el tendero, y un cliente. Ambos rondan los setenta años. Las últimas palabras que se dijeron antes de despedirse fue: vinimos a este mundo a trabajar. Fue lo que nos tocó...trabajar para nuestros padres...trabajar para nuestros hijos...y ahora, parece que también nos va a tocar trabajar para nuestros nietos. Me llevó a otra frase que dijo mi madre cuando, hace unas semanas, ella, mi tía y yo comparábamos nuestras manos. Las tres tenemos manos pequeñas y cuadradas. De trabajadoras dijo mi madre. De sanadoras respondí yo. Tu hija las tiene diferentes añadió. Y algo en mí, sin saber por qué, se alegró.
Cuando miro estas imágenes y pienso que mis padres nacieron en aquellos años...y que los padres de muchos de los que hoy se quejan tanto de sus vidas y de la situación de España fueron esos niños cargados a hombros de otros padres que trataban de protegerlos del horror...no siento más que admiración. Se me llenan los ojos de lágrimas por lo mucho que he recibido de personas que recibieron tan poco.
Que su esfuerzo no sea de nuevo convertido en cenizas por aquellos que...desde una ira inconsciente (porque la ira consciente de sí misma es otra *)...no son aún capaces ni de agradecer ni de construir en una tierra más húmeda, más fértil, que la que pisaron esos pequeños y asustados pies.
* La ira consciente no nace en la vísceras. No se manifiesta en la avidez, ni en la abundancia complaciente, ni en la frustración o el rechazo, ni en la sensación de soledad, ni en la falta de autorreconocimiento. Está siempre al servicio de la vida y la verdad y se sabe flecha dirigida.
RSB
jueves, 4 de julio de 2013
Historias de Hospital / VERDAD SIN IRA
VERDAD SIN IRA
(canción sin música)
Los viejos que conocí
En este país
No me hablaron de una guerra.
Me hablaron de cómo los mataron en vida.
Verdad sin ira.
Los encarcelaron
Les asesinaron a sus hermanos
A sus familiares
A sus amigos.
Les violaron a sus madres
A sus hermanas, a sus amigas...
Verdad sin ira.
Los golpearon
Los pisotearon
Los torturaron
Los anularon con hambre
Los humillaron
Los hundieron en la enfermedad
Los volvieron inútiles
Los atormentaron hasta la locura
Los sumieron en la vergüenza de ser víctimas
Los forzaron a guardar silencio
Les negaron cualquier reconocimiento
Les enseñaron a desconfiar de sus propios amigos
Les indujeron a marcharse
Les ofrecieron negar su pasado
Les hicieron sentir asco de sí mismos.
Esos son los viejos que yo conocí
Ellos no decían que en este país hubo una guerra
Sino que en este país hubo una carnicería
Y luego miedo y dolor y silencio.
Ellos nos decían que no había nadie a quien mostrar
El dolor de su herida.
Verdad sin ira.
Algunos de esos viejos nos cogían en sus regazos
Y nos contaban
Lo que nuestros mayores no querían escuchar.
Se agarraban a nuestra infantil atención
Como al papel timbrado de un testamento
Sabiéndose rodeados de mentira.
Verdad sin ira.
Los viejos que hablaron conmigo
No eran los viejos que pedían mano dura.
Ni se les parecían.
Miraban tristes bajo la claraboya
Hablaban muy rápido o muy lento
Siempre demasiado para el niño que oía.
Verdad sin ira.
Los viejos que hablaron conmigo ya están muertos.
No dicen nada ni piden nada.
Ya no se mueven.
Su silencio habita las estancias
En las que celebramos la libertad vacía.
Los niños que hablaron con los viejos
Que nunca pidieron mano dura
Pese a haber sufrido
Piden ahora verdad
Sin ira. Verdad.
Una verdad que aún no hay.
Y nadie sabe si habrá.
PEDRO PIEDRAS MONROY
Sacar de dentro algo no es "quedarse enganchado" a ese algo...es...sacar de dentro. Porque una vez que está fuera...ya no está dentro...y ya...no limita...ya "no engancha"...podemos re-conocerlo.
Las heridas que cierran "en falso" no están cerradas aunque desde fuera...así lo parezcan. Siguen causando dolor, siguen impidiendo "una funcionalidad a pleno rendimiento". Una enfermera sabe de esto...sabe que sajar y limpiar supone volver a experimentar dolor pero también sabe que...el resultado...merece la pena. ¡Qué pena que a día de hoy no haya ya una enfermera en el alma del mundo entero!.
Gracias Cesar por decir mientras limpiaba tu herida, "que no te preocupe hacerme daño yo sé que me estás ayudando". Mi alma necesitaba escucharlas. Bendito seas por tu sabiduría, tu valentía y sobre todo por...TU FE en mis manos.
RSB
miércoles, 3 de julio de 2013
lunes, 1 de julio de 2013
Milagros
Los milagros suceden a diario. Son consecuencia permanente del amor en acción.
TERESA DE CALCUTA
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