jueves, 4 de julio de 2013
Historias de Hospital / VERDAD SIN IRA
VERDAD SIN IRA
(canción sin música)
Los viejos que conocí
En este país
No me hablaron de una guerra.
Me hablaron de cómo los mataron en vida.
Verdad sin ira.
Los encarcelaron
Les asesinaron a sus hermanos
A sus familiares
A sus amigos.
Les violaron a sus madres
A sus hermanas, a sus amigas...
Verdad sin ira.
Los golpearon
Los pisotearon
Los torturaron
Los anularon con hambre
Los humillaron
Los hundieron en la enfermedad
Los volvieron inútiles
Los atormentaron hasta la locura
Los sumieron en la vergüenza de ser víctimas
Los forzaron a guardar silencio
Les negaron cualquier reconocimiento
Les enseñaron a desconfiar de sus propios amigos
Les indujeron a marcharse
Les ofrecieron negar su pasado
Les hicieron sentir asco de sí mismos.
Esos son los viejos que yo conocí
Ellos no decían que en este país hubo una guerra
Sino que en este país hubo una carnicería
Y luego miedo y dolor y silencio.
Ellos nos decían que no había nadie a quien mostrar
El dolor de su herida.
Verdad sin ira.
Algunos de esos viejos nos cogían en sus regazos
Y nos contaban
Lo que nuestros mayores no querían escuchar.
Se agarraban a nuestra infantil atención
Como al papel timbrado de un testamento
Sabiéndose rodeados de mentira.
Verdad sin ira.
Los viejos que hablaron conmigo
No eran los viejos que pedían mano dura.
Ni se les parecían.
Miraban tristes bajo la claraboya
Hablaban muy rápido o muy lento
Siempre demasiado para el niño que oía.
Verdad sin ira.
Los viejos que hablaron conmigo ya están muertos.
No dicen nada ni piden nada.
Ya no se mueven.
Su silencio habita las estancias
En las que celebramos la libertad vacía.
Los niños que hablaron con los viejos
Que nunca pidieron mano dura
Pese a haber sufrido
Piden ahora verdad
Sin ira. Verdad.
Una verdad que aún no hay.
Y nadie sabe si habrá.
PEDRO PIEDRAS MONROY
Sacar de dentro algo no es "quedarse enganchado" a ese algo...es...sacar de dentro. Porque una vez que está fuera...ya no está dentro...y ya...no limita...ya "no engancha"...podemos re-conocerlo.
Las heridas que cierran "en falso" no están cerradas aunque desde fuera...así lo parezcan. Siguen causando dolor, siguen impidiendo "una funcionalidad a pleno rendimiento". Una enfermera sabe de esto...sabe que sajar y limpiar supone volver a experimentar dolor pero también sabe que...el resultado...merece la pena. ¡Qué pena que a día de hoy no haya ya una enfermera en el alma del mundo entero!.
Gracias Cesar por decir mientras limpiaba tu herida, "que no te preocupe hacerme daño yo sé que me estás ayudando". Mi alma necesitaba escucharlas. Bendito seas por tu sabiduría, tu valentía y sobre todo por...TU FE en mis manos.
RSB