lunes, 28 de octubre de 2013

TAN DUN



                                             


                                             



                                         All the sounds is the language of your heart.


                                                          Tan Dun





 SER UN GUERRERO no significa ser un soldado, es sólo una cualidad de la mente...Un guerrero no va detrás del beneficio; un guerrero va buscando alcanzar un climax, una experiencia culminante...Cuando te digo que seas un guerrero, quiero decir que seas un jugador, que lo arriesgues todo...Esto es lo que denomino la cualidad del guerrero: la acción llega sin pensar, la acción es sin mente; la acción es total...El guerrero se encuentra con su enemigo cara a cara...cuando las espadas están en alto el pensamiento se detiene...El peligro es tan grande, la posibilidad de morir está tan cerca, que no se le puede permitir funcionar a la mente. La mente necesita tiempo; en las emergencias la mente no puede funcionar. Cuando estás sentado en una silla puedes pensar pero cuando estás frente a tus miedos, no...En cualquier momento, en cualquier lugar, puede saltar sobre ti la muerte; no dejes entrar a la mente. Sé un jugador; este salto sólo lo pueden dar los jugadores. El salto es tan grande que aquellos que piensan en beneficios no pueden darlo. Es un riesgo, un gran riesgo; podrías perderte y podrías no ganar nada. Repetiré uno de los dichos de Jesús: "Quien se aferre a la vida, quien trate de preservarla, la perderá; y quien esté dispuesto a perderla la conservará". Eso es hablar el idioma de un jugador...El amor es un riesgo. La vida es un riesgo. Dios es un riesgo...Y si puedes arriesgar, arriesgando totalmente, no guardándote nada, sin hacer trampas, sin ocultar nada; de repente lo desconocido te envuelve.Y cuando llega, te haces consciente de que no sólo es lo desconocido también es lo incognoscible. No está en contra de lo conocido, está más allá de lo conocido. Para adentrarse en esa oscuridad, para adentrarse en ese lugar inexplorado sin mapas, sin senderos, para adentrarse solo en ese absoluto, hace falta tener la cualidad del guerrero.

 El más grande de los guerreros no tiene nada que ver con la guerra. No tiene nada que ver con luchar. Tiene que ver con algo dentro de sí mismo...tiene que ver con la totalidad. Hay que ser muy observador, muy meditativo, porque uno se está adentrando en la zona más oscura...Al final hay luz, luz infinita, pero primero uno tiene que pasar a través de una gran noche, una gran noche del Alma. Hay todo tipo de trampas, muchas posibilidades de extraviarse y todo tipo de enemigos internos...enemigos que no hay que destruir sino transformar...transformar en amigos. La rabia tiene que ser transformada en compasión, el deseo en amor, y así con todo...Por eso no es una guerra, pero sin duda uno necesita ser un guerrero.



                                                                                                             El libro del Hombre. OSHO