martes, 17 de septiembre de 2013

CRISTINA GARCIA RODERO



Foto de Guadalupe de la Vallina
















 Cristina García Rodero, Puertollano (Ciudad Real) 1949, a la que ya siempre acompañará la apostilla de "primera fotógrafa española miembro de la agencia Magnum" desde que en 2009 entrara a formar parte de la prestigiosa agencia, ha sido nombrada en febrero del 2013 académica de Bellas Artes; un reconocimiento más a una larga labor artística y documental, desarrollada con absoluta advocación en paralelo a su profesión como docente hasta 2005: "Mi obra fotográfica, hasta que dejé la universidad, ha sido realizada en momentos de descanso y todo me lo he pagado con lo que ganaba como profesora. He sido muy generosa con la fotografía, pero también me ha dado mucho: el conocimiento de mí misma y de los demás. El ver, el salir de tu país, de tu cultura, mezclarte con otros, encontrarte sola con dificultades, es muy positivo; o te hace fuerte o huyes, y yo no soy de las que huyen". Esta circunstancia ha imprimido un carácter personal a las fotos de García Rodero. Durante quince años inmortalizó los ritos y fiestas populares en la imprescindible colección España Oculta, un retrato antropológico que abarca desde 1974 hasta 1989. Ha viajado por todo el mundo capturando rituales, bailes, funerales, fiestas, erotismo y todo aquello que implica el conocimiento del ser humano...



 Empiezas a estudiar Bellas Artes en el año 1968. ¿Cómo fue la experiencia de tener a Antonio López de profesor?

 Fue el primer profesor de pintura que tuve. Yo ni había cogido un pincel. El me puso los colores en la paleta y, conforme él me los puso, los mantuve hasta que deje de pintar. Era un hombre tan honesto, tan de verdad. Me parecía tan importante la lectura que hacía de los trabajos y cómo enseñaba, que yo le perseguía; no esperaba a que viniera a corregirme a mí, sino que iba a ver lo que le decía a otros compañeros. Recuerdo aquella época de llorar; cuando me decía que estaba muy bien lo que estaba haciendo me ponía a llorar y cuando me decía que estaba mal me ponía a llorar. Creo que de Antonio López aprendí algo muy importante: sentir lo que estás haciendo.



 ¿Es tan importante el aspecto?¿Lo sería si fueses hombre?

 Creo que la gente asimila una foto fuerte con un físico fuerte. Yo creo que se sorprenden, esperan a alguien mucho más grande. Pero la fuerza no está únicamente en el cuerpo, está más en la cabeza: hay que tener las cosas muy claras y tener la decisión, entonces el cuerpo te sigue. En la mujer se espera más, el físico es más importante. En el hombre se valoran otras cosas.


 ¿Cómo se enseña a mirar?

 En el mirar está el sentir, está el interrogar, el profundizar. Una cosa es ver y otra cosa es mirar. Cuando salgo a la calle no veo nada; sin embargo, cuando cojo la cámara suceden muchas cosas, porque hay una voluntad de ver, de mirar. Y si miras, suceden cosas. Fotografiar es querer ver. Querer ver con sentimiento.



 ¿Siguen vigentes esas imágenes?¿Cómo percibes que ha cambiado España?

 Creo que ha cambiado mucho. Cuando yo comencé ya sabía, porque era muy obvio, que aquello iba a cambiar y que muchas iban a morir. Lo que creo es que se han transformado. Algo que era muy depreciado, como era la cultura popular, se asociaba a la ignorancia, cuando para mí es la sabiduría del pueblo. Desde que se crearon las Comunidades se dieron cuenta que eran sus raíces. Ahora se protegen, se valoran, hay información; recuerdo que antes en algunos casos era la primera vez que iba un fotógrafo.



 ¿Se podría encontrar ahora otra España oculta que hay que documentar?¿Qué te parecen algunas portadas de medios extranjeros retratando la situación actual de España, como la de NYT con gente buscando en contenedores?


 La verdad es que no he visto la portada. Creo que el fotógrafo lo que tiene que hacer es retratar la realidad, pero la realidad tiene muchos matices. Si esa es una realidad, esa podría ser una foto, pero si hablas de la situación de España creo que habría que buscar una visión más rica, más completa. Si eso no existe, se tiene que sacar, pero no como reclamo. Gente recogiendo en las basuras hay en todo el mundo, solo hay que dar un paseo por EE.UU., que es el país más rico, para encontrarla. Que hablen también de cómo se han manifestado los ciudadanos para evitar desahucios, de los voluntarios...



 ¿Qué ha aportado tu mirada a Magnum?

 Creo que aportó una mirada de libertad y creatividad, siendo todos fotógrafos muy creativos, pero yo he hecho siempre mi trabajo como he querido, nunca he tenido la presión de ningún medio, de ningún jefe; la mayoría de mis fotos están pagadas por mí misma. Creo que esa libertad ha construido una obra particular y ahí sí que te digo que el hecho de ser mujer, esa mirada de mujer, ha determinado una obra. Está por encima del triunfo, del dinero, de los medios...he hecho fotografía por necesidad creativa, por descubrir mi país, al que quiero, y descubrirme a mí misma, por ser capaz de concretar una obra; y el hecho de haber estado tan sola y no tener influencias y no tener que haber agradado a nadie ni pensar qué es lo que quería alguien, ha tenido su precio en otras cosas, pero esa mirada fresca y honesta en compromiso con mi trabajo es lo que ha dado una obra especial, y creo que por eso estoy en Magnum, porque hay una mirada de autor, que es lo que ellos quieren.



 ¿Y el límite que te estableces?

 Meterme en la intimidad de las personas. El dolor, la muerte, la enfermedad; todo lo que es íntimo me cuesta, porque tengo mucho sentido del pudor. Muchas veces pregunto con los ojos para ver cómo la gente reacciona y si hay mucho dolor, no puedo.



 ¿Has desarrollado algún método para acercarte a la gente?

 La naturalidad y el respeto. Voy a aquello que me atrae, y, si me atrae, ya tengo muchas cosas a mi favor para que sea mutuo, porque ellos ven en ti el interés, el tiempo y el esfuerzo que les dedicas. La gente capta en seguida si les respetas. La mejor forma de acercarse es pensar que es como tú, con los mismos miedos.





                              Fragmento de la entrevista publicada por Yolanda Gándara en 
                                      JOT DOWN -contemporary culture mag-