domingo, 27 de enero de 2013

La Vergüenza / La Importancia Personal






  Ayer mi hija me contó que había pasado mucha vergüenza en clase porque se había equivocado delante de todo el mundo. Nos pusimos a recordar todas las veces en las que yo había "hecho el ridículo"...como aquella vez que haciendo una postura de yoga en la que teníamos que hacer el pino apoyado sobre tres puntos (cabeza y codos) y a nadie le salía, justo cuando yo lo estaba consiguiendo y el profesor hizo que toda la clase me mirase, a mí se me escapo "un aire".

  Se partía de risa. Claro, ella me decía que era muy fácil reírse "de los demás" pero reírse de uno mismo...era otra cosa.


 Una vez leí que la vergüenza y la importancia personal son compañeros terribles...y a día de hoy...doy fe de ello. La vida me ha enseñado que no existe "la receta perfecta para todos por igual"; que tratar de ajustarte a un patrón, a una corriente filosófica, a unas enseñanzas, a un estereotipo social o moral, a otro ritmo que no sea el tuyo propio...te aleja de la espontaneidad, la alegría y la ligereza. Cada uno sabe en su fuero interno dónde se encuentra su salud, dónde se encuentra su evolución consciente. Cada uno sabe cuáles son esos orificios por donde siempre le "entran los virus". Cada uno sabe cuándo es necesario decir NO porque siempre dijo SÍ (o viceversa), cuándo es necesario guardar silencio porque siempre habló o cuándo es necesario poner distancia porque siempre estuvo. A veces...resulta inevitable desplazar esos anclajes hacía otros espacios donde la comunicación pueda tener lugar...de forma diferente.


 Finalmente acordamos que la próxima vez que se encontrase en una situación parecida, le daba permiso para imaginarse a su madre con el culo en pompa tirándose un pedo delante de treinta personas mirando como si les fuese la vida en ello.




 RSB