Tarta de
Limón y Leche Condensada
Ingredientes
- 4 o 5 huevos
- El zumo de dos limones
- 1 paq. de galletas tipo María Dorada
- 1 lata mediana de leche condensada
- 2 o 3 cucharaditas de canela
- 100 gr de margarina
- 2 cucharadas de azucar
Preparación
Comenzamos preparando la base de galletas. Se trituran las galletas hasta que queden espolvoreadas. Se mezclan con la margarina, que previamente hemos derretido, y con la canela. Recomiendo hacer la mezcla con las manos. No solo es algo muy placentero sino que además le das tu toque personal a la tarta. Una vez obtenida una masa homogénea se aprieta suavemente la misma contra el suelo de un molde desmoldable o un recipiente que podamos meter en el horno, haciendo especial hincapié en los bordes. Untar previamente el suelo del molde con margarina.
Aparte, procedemos a preparar la crema de la tarta. Se vierte en un bol la leche condensada y se mezcla con el zumo de los dos limones y la yema de los huevos. Se deja aparte la clara para posteriormente montarla a punto de nieve (si no has separado la clara de la yema nunca se trata de, al romper el huevo, dejar caer la clara en un recipiente seco y limpio mientras vas trasvasando la yema de una cáscara a otra).
Una vez homogeneizada la crema se vierte sobre el molde con las galletas. Meter en el horno, calentado previamente a 200º durante cinco minutos, y dejar allí el tiempo que tardes en levantar la clara de los huevos a punto de nieve (unos quince minutos).
Para levantar la clara hay que batirla con un tenedor como quien hace una tortilla. No hace falta fuerza. Es más una cuestión de paciencia. Se trata de espumarla. El gesto tiene que ser rápido pero más amplio que cuando haces tortilla. Sabes que está lista por la textura. Si la mueves tiene que temblar como algo sólido. La prueba definitiva consiste en coger un poco y comprobar que no pierde la forma al colocarlo aparte. Una vez conseguido el aspecto de punto de nieve se le añaden las dos cucharadas de azucar.
Por último, sacamos el molde del horno y añadimos la clara levantada encima de la crema (la crema, al tacto, no tiene que estar ya líquida). Distribuimos bien la clara sobre la crema de forma que la cubra casi por completo. Volver a meter el molde en el horno y gratinar unos segundos para que la clara adquiera un color dorado. Dejar enfriar unos minutos a temperatura ambiente y meter después en la nevera unas dos horas. Se toma fría.
Nota: No apta para obsesionados con las calorías.
No debe preocuparte que te amen. Preocúpate de amar...es mucho más importante.
Receta y frase de mi madre
(desconozco cómo le llegó la receta)
