lunes, 12 de noviembre de 2012

Puntos de Inflexión




                                                                              Boceto. RSB


                                                            Fuente: Blog Déjame que te cuente


                  
                                
 Esta es una carta que nunca llegó. No fue leída por la persona a la que iba dirigida pero me ayudó a verbalizar uno de los varios acontecimientos que se sucedieron en un periodo de mi vida y que supusieron un antes y un después en mi trayectoria vital. Más tarde... quedó olvidada en un cajón.


 Una vez recorrí tu mismo camino. Una vez tus pasos...fueron mis pasos. Y sentí miedo. Mucho miedo. Sentí culpabilidad. Mucha culpabilidad. Y al principio era tan grande su peso y ocupaba tanto espacio en mi corazón, que no me permitía ver nada más. Unicamente deseaba desaparecer...Luego, poco a poco, otras emociones fueron surgiendo. Sentí ira, cólera, frustración. Sentí una profunda tristeza y soledad.
 Creí que nunca saldría de ese pozo frío, profundo y oscuro en el que había caído o en el que...me habían empujado. Pero no fue así. El ser humano, la mujer que había detrás de la profesional, ya no fue la misma. Era alguien consciente de quien era y consciente del mundo en el que vivía. Una persona que se había enfrentado con sus miedos y había salido victoriosa. Eso cambió mi vida y, hoy, doy gracias por ello. Doy gracias por haber tenido la oportunidad y haber sabido aprovecharla.

 Somos seres humanos y como tales, con "nuestros aciertos y nuestros errores". Es algo intrínseco a nuestra humanidad. A veces "los errores", juzgados desde nuestros sistema moral, desde nuestro sistema de valores, pueden ser considerados como algo horrible, catastrófico, imperdonable. Pero no hay azar en esta vida. Todo forma parte de un gran puzle, de una gran figura que no somos capaces de ver pero que, a veces, con el paso del tiempo o el aumento de lucidez...se nos permite intuir.

 En el mundo existe la luz y también la oscuridad. Una sin la otra no son nada. No pueden existir por separado. Pero...en el mundo...también existen las sombras. Sombras proyectadas por objetos y seres que habitan en él. Son esas sombras las que nos producen miedo. Nos enseñan a no verlas o a verlas fugazmente y no darle importancia. Es esa parte de nosotros mismos que ocultamos o de la que no somos conscientes la que provoca las guerras, los conflictos, las corazas, el juicio, el rechazo y los linchamientos entre los seres humanos.

 La vida es susceptible de convertirse en muerte y la muerte en vida y eso es algo que tendemos a olvidar cuando nos invade la sombra...el miedo...el dolor...la angustia. 


 No te rindas preciosa. No te des por vencida. Tienes mucha vida por delante y mucha gente a quien ayudar a sanar. No volverás a ser la misma...pero la mujer que renacerá de esta experiencia será alguien tan especial y valioso, con una capacidad de entender la naturaleza humana tan profunda y luminosa, que su aportación a un mundo lleno de miedos y ceguera será insustituible.

 Aquellas personas que son capaces de enfrentarse a sus errores, aceptarlos e integrarlos en sus vidas, son aquellas que viven manifestando su esencia más profunda y verdadera. No pasan de puntillas por la vida, ni pasan desapercibidas en un hospital.

 No estás sola. Levanta tu mirada y observa a tu alrededor. Bendice tu vida y bendice tus manos.


 Con todo el amor que es capaz mi corazón,


  R.



 PD. te adjunto un pequeño fragmento de un libro maravilloso que a mí me ayudó a tirar del hilo de mis miedos.




 "La iniciación en esta clase de conocimiento es la iniciación que ninguna de nosotras desea, a pesar de ser la única por la que todas pasamos más tarde o más temprano...el terrible momento marca un dramático comienzo para ella: la cercanía de la conciencia y la perspicacia.
 Ningún ser sensible de este mundo puede conservar eternamente la inocencia. Para poder prosperar, nuestra naturaleza instintiva nos induce a enfrentarnos con el hecho de que las cosas no son lo que a primera vista parecen...la pérdida y la traición son los primeros y resbaladizos pasos de un largo proceso de iniciación que nos arroja a la selva subterránea. Allí, a veces por primera vez en nuestra vida, se nos ofrece la ocasión de darnos de narices contra los muros que nosotros mismos hemos levantado y, en su lugar, aprender a traspasarlos.
 Aunque en la sociedad moderna se suele pasar por alto la pérdida de la inocencia de una mujer, en la selva subterránea la mujer que ha experimentado la pérdida de su inocencia se ve como alguien especial, en parte porque ha sido lastimada, pero, sobre todo, porque ha seguido adelante, porque se esfuerza por comprender y por arrancar las capas de sus percepciones y sus defensas para ver lo que hay debajo. En dicho mundo, la pérdida de la inocencia se considera un rito de paso...El hecho de que haya resistido y siga aprendiendo le confiere categoría y la honra".


               Mujeres que corren con los lobos. CLARISSA PINKOLA ESTES.