martes, 10 de julio de 2012

Historias de Hospital




                                                      The Labyrinth. 1991. LEONORA CARRINGTON





   Matemático, profesor de dibujo en un instituto, decorador, marido, 
padre de dos hijos...amarrado a la cama por cinco puntos.

  Cintura

  Muñecas

  Tobillos

  Dicen que soy maniaco-depresivo pero es sólo una etiqueta. Así se quedan tranquilos. Si le dan un nombre a lo que no entienden todo el mundo se relaja y dejan de mirarte (hace un repentino aspaviento con las manos porque no le cuadra el valor de la tensión que refleja el aparato). Sí, soy maestro. Fuí maestro en un colegio y soy maestro de mi mujer...Ella tiene miedo de todo. Lo único que le da seguridad es el dinero. A veces la enseño como enseñaba a mis alumnos. La asusto para que reaccione. Saco todo el dinero del banco y le quito las tarjetas...luego se lo devuelvo todo, claro (se ríe y la risa es seguida de un momento de nerviosismo porque ni la psiquiatra, ni sus hijos, dan señales de vida). Yo siempre les decía en clase "no importa si en la vida se os presentan muchos o pocos problemas, lo que importa es afrontarlos y desarrollar la inteligencia necesaria que os permita resolverlos".

 Yo sé que tú me entiendes...


  Cuando finaliza el turno nos cruzamos en el pasillo. Va custodiado por dos sanitarios y sus dos hijos. Le trasladan a la unidad psiquiátrica de otro hospital. Me coge la mano y me la besa. No cambies...no cambies nunca...no te importe no ser una buena profesional pero nunca pierdas tu humanidad.


  Su hijo mayor nos observa. Un infinito peso...una infinita tristeza en su mirada.



  El creerse demasiado "el papel"..."el entregarse demasiado"..."el amar hasta la locura"...te hace insoportable la visión de la espontaneidad. El control es fundamental para que "la misión" se lleve a cabo con éxito. Todo aquello que obstaculice el programa ha de ser neutralizado.

  El conocimiento puede ser transferido a través de la palabra; la sabiduría...únicamente...experimentada. Es ella la que te susurrará en el corazón dónde se encuentran los límites de tu entrega.

  La locura es un espacio en el que los límites se pierden...

  JM tenía razón al decirme yo sé que tú me entiendes. Desde aquí mi profunda gratitud y respeto hacia su camino.



   RSB



                            http://www.youtube.com/embed/Kb9Zu4goZvE