miércoles, 11 de julio de 2012

Sombras



Me vuela el pensamiento
y las ganas de vivir.

Me vuela el amor
porque te vuelvo a reconocer en lo que eras, completo.
Llevo muchos meses lastimándome con la canción del  porque no hiciste, porque no comprendiste, porque no me amaste.

Cierro los ojos.
Ni siquiera con los ojos abiertos,
recupero tus manos, los huesos de tus manos, esos montículos donde contar enero, febrero, marzo y todo da 30 o 31 días. Tengo tus labios, tengo tu piel uniforme, seca, suave, blanca toda ella salvo a partir de esa frontera que era el maillot de ciclista.

Tengo tu amor. He vuelto a recordar que me querías, que me quieres,
que soy tu regalo en la vida.
He abierto las ventanas del coche mientras circulaba por la A2 y me he puesto a gritar, ahi, a 110, sabiendo que solo tú me escuchabas.

El amor tuyo y mío habrá de caberme en varias vidas.

Y no te quiero por lo que de mi salía, por el amor inmenso que me nacía solo,
te quiero a ti,
errado,
egoista,
sereno,
amante mío,
marido mío que te fuiste,
columna de mi ser, espalda que observaba mientras las sombras de la noche se reflejaban en nuestro templo y las hojas iluminadas hacían cabriolas en las paredes.

Dormías y mientras, yo,
acariciaba mi vida mirando tu espalda y daba gracias.

Parece que te escuché llamarme,

"reina...".


SCG